Por Giovanni Maria Conti,
La sociedad actual puede ser considerada, con razón, una sociedad «verde», Porque el enfoque transversal en cuestiones de planificación climática y de recursos se ha convertido en una prioridad tal, que tiene una influencia considerable en toda nuestra forma de vida.
Hoy en día se establece que la persona también se expresa a través de su vestimenta y que esta es capaz de cambiar el día, el estado de ánimo, el cuerpo; Los cambios repentinos en la forma de vestir reflejan la forma de la cultura contemporánea y la capacidad que tienen las prendas de vestir, para articularse en la relación entre el individuo, el sistema socio-económico y el producto, la convierten en la herramienta clave para interpretar los grupos sociales y la individualidad. La sostenibilidad en la moda hoy en día es la conciencia de que se está tomando una decisión que impactará en el medio ambiente y, por lo tanto, en nuestra existencia.
Aunque la moda se describe como el mundo frívolo y superficial, en realidad se trata de un sector que ocupa una gran parte de la industria mundial; en los últimos años, la industria de la confección ha dado grandes pasos y, sobre todo, el destacado sector de la investigación y el desarrollo de materiales textiles, produciendo innovaciones muy interesantes; los principales productores de fibras e hilos sintéticos, por ejemplo, han desarrollado líneas de productos obtenidos a partir del reciclaje de PET. Los materiales sintéticos de base biológica generados a partir de materiales renovables están aumentando, mientras que se está intensificando la experimentación con biopolímeros obtenidos a partir de residuos de la cadena agroalimentaria o de cultivos ubicados en zonas no desarrollas de la agricultura tradicional. Este es el caso de “Orange Fiber”, la fibra de naranja, originada de los desechos de las naranjas sicilianas, o del “Appleskin”, el biopolímero fabricado por Frumat a partir de residuos de manzana en el Alto Adige (cáscaras, núcleos) mezclado con poliuretano (50%) y laminado con tejidos.
Estamos ante un cambio de paradigma dentro del mundo de la moda y todo lo que hemos conocido y en lo que hemos estado trabajando, especialmente en el mundo contemporáneo, esta cambiando rápidamente, llevándonos hacia diferentes retos de diseño. Con esta visión, la expresión moda responsable, lejos de parecer una contradicción en los términos, adquiere otro peso y parece indicar una nueva frontera en la elaboración del diseño: El diseñador ya no sigue una “tendencia”, la de la sostenibilidad, sino que trabaja dentro del sector con reglas y herramientas más coherentes, acompañándolo hacia una cultura renovada de la sociedad contemporánea.
