En un mundo donde las redes sociales han transformado la manera en que nos comunicamos y promocionamos, es innegable que la virtualidad se ha convertido en el epicentro de la actividad comercial y social. Desde marcas reconocidas hasta emprendimientos emergentes, todos buscan su lugar en el universo digital.
Si enfocamos nuestra atención en el ámbito de la moda, es evidente que cada vez más emprendedores se sumergen en las redes sociales en busca de nuevas oportunidades. La pandemia ha acelerado este proceso, obligando a las marcas a adaptarse rápidamente a la era digital.
Desde mi infancia, las redes sociales han sido mi patio de recreo creativo. Desde mis primeros pasos en plataformas como Hi5 que fue de las primeras redes sociales en el mundo, con apenas 9 años , hasta mi presencia actual en TikTok e Instagram, esta última donde creo contenido para mi marca Daydreamer Perú.
Soy Cinthya Díaz , la mente inquieta y apasionada detrás de Daydreamer Perú. Como marketera, creadora de contenido y emprendedora de moda tengo un propósito: rescatar y celebrar el arte artesanal de mi tierra natal, ya que he visto de cerca lo poco valorado que es.
He navegado las corrientes digitales con curiosidad y pasión. Y en cada paso, he encontrado una oportunidad: la oportunidad de conectar la moda con el alma, de unir el brillo de las tendencias con la profundidad del arte hecho a mano.
Mi experiencia en las redes sociales me ha permitido conectar con un público joven y ávido de inmediatez. Sin embargo, detrás de cada prenda que ofrezco, existe un proceso artesanal que a menudo pasa desapercibido. Trabajo con un equipo de tejedoras cuyo talento y dedicación son la esencia misma de mi marca. Cada una de ellas tiene una historia que contar, una habilidad transmitida de generación en generación, y es mi deber como creadora de contenido dar a conocer el valor de su trabajo.
En un mundo donde la inmediatez y la superficialidad reinan en las redes sociales, enfrento un desafío: ¿Cómo transmitir el valor de lo hecho a mano en un universo digital obsesionado con lo efímero?
Lamentablemente, la sociedad contemporánea tiende a valorar más la rapidez y la novedad que el arte y la tradición. Desde mi experiencia, sé lo difícil que puede resultar comunicar este mensaje a un público acostumbrado a la instantaneidad de las redes sociales. Sin embargo, estoy convencida de que el Storytelling puede ser una poderosa herramienta para conectar con aquellos que buscan algo más que una tendencia pasajera.
Entonces, ¿cómo podemos transformar la indiferencia en aprecio, la superficialidad en profundidad? La respuesta, creo, radica en la educación y la empatía. A través de nuestras redes sociales, no solo mostramos productos, sino procesos. No solo vendemos moda, sino historias. Y en cada interacción, invitamos a nuestra audiencia a ser parte de algo más grande: una comunidad de amantes del arte y la artesanía.
Cada prenda que sale de nuestras manos lleva consigo una historia de esfuerzo, pasión y tradición. Detrás de cada puntada hay una tejedora que ha dedicado horas de su vida a perfeccionar su arte. Es mi responsabilidad como comunicadora transmitir este mensaje y hacer que se valore el trabajo manual tanto como se valoran las últimas tendencias.
Personalmente, he sido inspirada por mi madre, una artesana dedicada a la bisutería, cuyo trabajo nunca fue completamente apreciado por la sociedad. Su dedicación y amor por el arte hecho a mano me han enseñado el verdadero valor de la artesanía. Ahora, más que nunca, es crucial que reconozcamos y celebremos el trabajo de aquellos que mantienen viva la tradición del arte hecho a mano en un mundo cada vez más digitalizado.
Aunque el mundo de las redes sociales pueda parecer impulsado por la inmediatez y la superficialidad, debemos recordar que detrás de cada publicación hay historias reales, talento genuino y un trabajo arduo que merece ser reconocido y valorado.
Así que, mientras navegamos por las olas digitales del mañana, te invito a unirte a nosotros en este viaje. Porque en un mundo cada vez más rápido y efímero, hay algo eterno y profundamente humano en cada puntada, en cada hilo, en cada historia.
Artículo de: Cinthya Nicolle Díaz Mateo
